Esta historia denuncia el abandono médico estructural en pueblos originarios. Miguel Hernández enfermó de leucemia cuando tenía apenas dos años. Todo comenzó con fiebre alta, que superaba los 40 grados, seguida de salpullidos en su pequeño cuerpo y un llanto constante que duraba todo el día. Preocupados, sus padres lo llevaron al médico en Pinotepa…