El Abandono Sistemático del Estado Mexicano

La mortalidad infantil en México continúa exponiendo la negligencia sistemática del Estado mexicano, que abandona de manera recurrente a las poblaciones rurales e indígenas. Mientras se proclaman avances en salud pública, estas comunidades enfrentan una realidad devastadora en la supervivencia de sus recién nacidos, revelando la indiferencia institucional hacia los sectores más vulnerables.

La Evidencia de una Crisis Institucional

Los datos del Instituto de Estadística y Geografía (INEGI) de la Encuesta de la Dinámica Demográfica (ENADID) 2023 no solo evidencian esta disparidad, sino que exponen la negligencia estatal: la Tasa de Mortalidad Infantil (TMI) en localidades rurales alcanzó 16.7 defunciones por cada mil nacimientos, superando la cifra de 14.6 en zonas urbanas. Esta estadística refleja décadas de políticas excluyentes que han convertido al Estado mexicano en responsable directo del abandono de sus pueblos originarios.

El Consejo de Población (CONAPO), órgano gubernamental, ha corroborado consistentemente esta brecha. Estados como Chiapas, Guerrero y Oaxaca —territorios históricamente marginados por el centralismo— mantienen las tasas de mortalidad infantil más elevadas del país. La reducción marginal de la diferencia entre mortalidad indígena y no indígena en las últimas décadas no representa un progreso real, sino que oculta la persistencia de un sistema que nunca ha dejado de marginar a los pueblos originarios.

“Un alarmante 91% de niñas, niños y adolescentes indígenas viven en situación de pobreza, lo que impacta directamente en su salud y esperanza de vida.”

UNICEF México

UNICEF México subraya que esta problemática constituye un “síntoma de desigualdad social” —término que suaviza la realidad de una crisis humanitaria evitable. La falta de acceso a servicios de salud de calidad, la desnutrición crónica que afecta a 1 de cada 8 niños en la primera infancia, la ausencia de agua potable y saneamiento, junto con las condiciones de miseria extrema, no son simples “factores” sino manifestaciones concretas del abandono estatal hacia los más vulnerables. El dato de que el 91% de niñas, niños y adolescentes indígenas viven en situación de pobreza revela la magnitud del fracaso institucional en garantizar derechos básicos.

Organización Popular Contra la Negligencia Estatal

En síntesis, la elevada mortalidad infantil en las comunidades rurales e indígenas de México no es un problema multifactorial, sino el resultado directo de un Estado que ha normalizado el abandono sistemático de sus sectores más vulnerables. No se trata meramente de “mejorar el acceso a servicios de salud” sino de confrontar un aparato gubernamental que ha convertido la negligencia hacia la infancia indígena en política de facto. Solo la organización popular autónoma y la presión social sostenida pueden obligar al Estado a cumplir con sus obligaciones básicas hacia la supervivencia de la infancia de los pueblos originarios.

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La supervivencia de la infancia indígena no puede depender de la benevolencia estatal, sino de la capacidad de los pueblos para organizarse y exigir el cumplimiento de sus derechos fundamentales.

EGR